Leonardo Da Vinci, Gracias
Hoy es el cumpleaños de Leonardo, sin duda uno de mis ídolos. Nació el 15 de abril de 1452.
Desde niña he leído sobre él, incluso ¡aprendí a escribir del revés para ser leído en un espejo!
Leonardo me ha acompañado toda mi vida. (Dicho así… 🤭) Sigo leyendo y estudiando textos de Leonardo hoy día.
Cuando trabajaba en mi último doctorado (2005 – 2015) encontré unos datos fascinantes sobre su modo de trabajar y pensar, tan transversal y a la vez vertical, que era casi imposible no VER las relaciones que nos unen, los lazos invisibles que nos ligan a otros seres a otras estructuras, los lazos que crean el paño de los arquetipos y que permiten deducir sin más, con total naturalidad, hechos que el estilo de investigación o conocimiento que no transversaliza apenas vislumbra.
El pensamiento genial de Leonardo da Vinci era Transversal. De este modo conectaba áreas diferentes y podía encontrar relaciones, explicaciones, ideas y utilidades.
Cuando se publican como un tremendo hallazgo cosas como el intestino y la piel, el cerebro y el intestino, las emociones y el sistema inmune (y muchísimas más)… alguien en algún punto del mundo dice: ¡Claro! ¿es que no se habían dado cuenta?
Solo es mirar en la dirección adecuada, sin miedo, a nada ni a nadie.
Porque voces en contra siempre hubo, siempre hay. Intereses en contra.
Siempre hubo y siempre habrá, hay, como existen personas e instituciones que “no se dan cuenta” de que destruir el trabajo e investigación de alguien que tiene afán de saber, de dejar un legado… destruirlo por las buenas, como ha ocurrido tantas veces en la historia… no es la manera.
Una persona que investiga, que intenta buscar respuestas desde la bondad y honestidad del ser humano, es digna, al menos, de respeto. Aunque no pensemos igual o nuestro patrón de lo que creemos que sabemos, choque con su verdad.
En muchos ámbitos puede haber tantas verdades o realidades como personas “que miran”. Heisenberg nos lo enseñó. Pero no sólo el física, ocurre en tantos ámbitos de la vida: desde los más triviales a los más transcendentales.
Por ello, gracias a la curiosidad nos seguimos formulando preguntas, pero, hay que saber admitir respuestas, aunque a veces esas respuestas no sean lo que esperábamos. Bueno… aunque sea frustrante: por ahí no es. Hay que “recalcular ruta” y readaptar el trabajo y la mente.
Y cuando lo inesperado ¡es maravilloso!…
Volviendo a Leonardo…
Con los años me apasiona más su persona y siempre dije que me hubiera gustado vivir aquel tiempo de descubrimiento, vivir la pasión de entonces.
Hoy los tiempos son igualmente difíciles, los espíritus inquietos y apasionados por saber, comprender y transmitir, por aplicar para la humanidad lo que se integra en la unidad cuerpo-mente, se encuentran con tremendas dificultades y gran soledad.
Un trabajo arduo de toda una vida no es valorado, solo unos pocos son “vistos”.
Leonardo como ocurre hoy día, dependía de financiación para investigación y crear sus artes.
Aún así, a veces en medio de la rabia y de la indignación, de los bloqueos, incomprensión, luchas internas y externas… queda el hecho “simple” de hacer por hacer, saber por saber, cumplir por cumplir, caminar trazando el destino que está dentro de uno.
Seguimos caminando con la convicción cierta de que lo que hacemos, de algo servirá, en algún momento, a alguien. Con la seguridad de que si no seguimos adelante aprendiendo, investigado, sabiendo, buscando, preguntando… nos morimos, nos asfixiamos en nosotros mismos.
El conocimiento, no otorga necesariamente sabiduría, pero la vida sí, si se observa con atención y cuando se conjugan el resultado es explosivo. Imparable, invencible.
La creatividad es un motor por sí mismo, alimentado por la curiosidad.
Y tú, que me lees ¿has leído alguno de los textos del Maestro?
¿Sabías que los cuadernos de Leonardo Da Vinci son a día de hoy tesoros valiosísimos?
Su conocimiento, invenciones, propuestas y trabajo transcendió las fronteras y aún hoy sigue siendo utilizado y estudiado.
Mis felicitaciones, Maestro, gracias por llegar a este mundo, y dejarnos tanto trabajo hecho, con la simple razón de saber y compartir.
••Recuerda si lees:
No dejes, nunca, que te digan que algo no se puede hacer o llegar a ser. Hay que ir a por ello, la nobleza de la tarea, la honradez de la obra abrirán los caminos. Y quién sabe… Quizá no aquí, no en tu soledad, sino en una colaboración más transversal y vertical.
En ocasiones, brota en la mente, en el corazón, se nos ofrece la oportunidad e iniciamos la cadena de acontecimientos que revierta en el bien común. Otras personas que pueden seguir el legado incluso… siglos después.
Dra. Nuria Lorite Ayán, 15 de abril de 2016
(Ampliado 15 de abril de 2024)
PD: En mis textos tanto en Las Bases de la Medicina China como en mi segunda tesis doctoral, menciono y explico este hecho del pensamiento transversal de Leonardo da Vinci, así como las fuentes bibliográficas, relacionándolo con la fisiología tal como se explica en la medicina china. Tienes los textos aquí.